Si sabes apreciar sus curvas y el encanto de su ropa interior, eres un pervertido; si no te das cuenta de ello eres un maricón.
Si intentas cuidarte eres un vanidoso; si no, un guarro.
Si le regalas flores, es que buscas algo; si no se las regalas, se te olvidó su cumpleaños.
Si le pides echar un polvo, no piensas más que en el sexo; pero si estás destrozado después de un mal día en el trabajo, no te preocupas mada de sus necesidades.
Si a ella le duele la cabeza es porque está cansada, si te duele a tí es porque ya no la quieres.
Si te apetece hacerlo demasiado a menudo, estás salido; y si no das la talla, seguro que hay otra.
Si intentas cuidarte eres un vanidoso; si no, un guarro.
Si le regalas flores, es que buscas algo; si no se las regalas, se te olvidó su cumpleaños.
Si le pides echar un polvo, no piensas más que en el sexo; pero si estás destrozado después de un mal día en el trabajo, no te preocupas mada de sus necesidades.
Si a ella le duele la cabeza es porque está cansada, si te duele a tí es porque ya no la quieres.
Si te apetece hacerlo demasiado a menudo, estás salido; y si no das la talla, seguro que hay otra.
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